Finca Binisegarra | Silvia & Iván

Nunca imagine que una maravillosa boda en la Finca Binisegarra en Menorca se convertiría en una experiencia tan vital y tan maravillosa.

No es un secreto que los fotógrafos de boda pasamos por distintos estados emocionales a lo largo de nuestra carrera, no siempre las cosas son perfectas y no siempre tenemos los mejores clientes (a pesar de que el mundo digital se empeñe en hacernos creer que tenemos que transmitir esa información).

Nuestro trabajo consiste en imbuirnos en un estado emocional que fomente que toda la inspiración y creatividad que tenemos dentro se active en su máxima expresión, y que el reflejo de todo ello se plasme en el trabajo que entregamos a las parejas.

Pero a veces no es fácil, porque la vida no sólo es trabajo, es vivir rutinas, convivir con amigos y familiares, hacer frente a responsabilidades económicas, situaciones que no controlamos y que te sorprenden un lunes de marzo, etc; y pretender reducir todo al aspecto profesional me parece incluso infantil, y no creo que nadie consiga hacerlo.

Es por eso, que la temporada de bodas avanzaba, y estaba siendo complicado mantener ese estado emocional, pero había que seguir luchando sobre todo por la responsabilidad que existía con mis parejas.

Y entonces llego el día de la boda en la Finca Binisegarra en Menorca.

Estaba animado porque la expectativa de estar en una isla de Mallorca, de hacer una boda en Menorca, una boda en un acantilado, vivir el gran día de Silvia e Iván, de conocer a Made In Video (me habían hablado muy bien de ellos) era algo que me motivaba bastante.

Todas las piezas volvieron a encajar de nuevo de una forma mágica.

He hablado en otras ocasiones de la importancia de contar con los mejores proveedores de boda, de como organizar una boda perfecta y que uno de los secretos es el equipo con el que vas a vivir ese día. Y esta boda fue la confirmación de todo esto.

Desde el primer momento en que puse un pie fuera del aeropuerto de Mallorca, sentí esa conexión tan absolutamente especial. Allí delante del aeródromo me esperaba un coche: en su interior se encontraban Javier Abad de F2 Studio (uno de los mejores fotógrafos de boda de Asturias) y Esther y Jonás (de Made In Video), los mejores y más creativos videógrafos de boda, y no solo a nivel profesional, si no también a nivel personal y humano.

Todo empezó a girar de la manera que giraba en mis primeras bodas, con esa ilusión y ese gusanillo que en ocasiones me estaba costando recordar.

Estaba siendo tan perfecto en ese primer día que compartí con ellos antes de la boda en la Finca Binisegarra en Menorca, que nada podía hacerme adivinar que todo podría mejorar. Apareció ella. Si, Patricia de The Love Forest. Porque si quieres contar con la wedding planner perfecta, has de conocerla. Por que no pierde un detalle, porque emplea el 100% de su tiempo en encajar todo, en hacerlo perfecto, en crearlo y materializarlo. Y lo se a ciencia cierta no sólo por este día (pronto os enseñare más bodas con ella para que lo tengáis claro también vosotros).

Y entonces llegó la boda, el día mágico, y fue PERFECTO. Trabajar con ellos fue sencillo, fue divertido, fue volver a ilusionarme con el mundo bodas, volver a amar con intensidad mi trabajo, volver a emocionarme detrás de la cámara como si fuera la primera vez. Y creo que también fue necesario, volver a recordarlo, porque hasta el día de hoy sigo en ese estado, en ese nirvana profesional que me ayuda en mi trabajo.

Gracias a Silvia e Iván todo esto estaba sucediendo en su maravillosa boda en Menorca, una preciosa boda íntima en un acantilado. No olvidaré la imagen de Silvia increíble con su vestido de novia bajando entre los riscos donde esperaba Iván (estoy seguro que él tampoco lo olvidara jamás) y el resto de sus invitados. Como tampoco olvidaré la música, el amor, la emotiva ceremonia civil que vivimos allí.

Siempre recordare la predisposición de Silvia e Iván para adaptarse a cada una de las indicaciones en la sesión de pareja, su iniciativa para jugar, para reír, para amarse.

Y tampoco olvidaré la increíble decoración (es alucinante el buen gusto como wedding planner que tiene) y organización de The Love Forest, la interminable fiesta de la barra libre, trabajar codo con codo con el increíble Javier Abad, compañero y amigo; y por supuesto con Made In Video, ahora parte fundamental de mi vida.

Ahora, gracias a este día (que guardo con amor en mi recuerdo) todo ha vuelto a colocarse y una vez más estoy deseando que lleguen días de boda, días de amor, días de fiesta, días para compartir, para vivir emociones…

Aquí os dejo las fotos de ese gran día, y si queréis flipar con un video de boda increíble: aquí os dejo el maravilloso trabajo de Made In Video.

Fotografía: Hilario Sánchez y F2 Studio

Wedding Planner: The Love Forest

Video: Made In Video

Finca: Finca Binisegarra en Menorca