Los detalles de boda son fundamentales, no me cabe ninguna duda. Son el vivo reflejo de la personalidad de cada persona, de cada pareja.

En está boda no podía ser de otra forma. Carmen y Alberto, son muy buena gente: las cualidades que mejor les definen son ser personas de buen corazón y muy detallistas, por lo que su boda iba  estar cargada de miles de detalles: detalles handmade  que harían de su enlace una boda vintage, de esas que se guardan en la memoria de durante mucho tiempo.

Carmen había estado durante mucho tiempo trabajando en su ramo de novia, en el alfiler del novio, su brazalete, los pendientes, etc; Alberto por el contrario había dedicado algún tiempo a preparar sus gemelos al mas autentico estilo «Juego de Tronos«, a buscar unas pajaritas a juego de la firma Bond & Burlington, para su padre,, su hermano, su abuelo y el mismo…

En definitiva, mil y un detalles buscados y pensados con mucho mimo y dedicación, pero sobre todo, detalles hechos con el corazón.

Alberto se vistió en La Casona de Lucia, un sitio muy acogedor y entrañable; y Carmen por el contrario se preparó para su gran día en La Casa de los Judios, un lugar con un montón de magia y encanto en cada rincón de esta tradicional construcción.

Llevaba un magnifico vestido de novia de YolanCris y unas sandalias de la misma firma. Alberto llevaba un estupendo traje y chaleco de Camille de le Mans.

La ceremonia civil, el cocktail, el banquete y la barra libre, se desarrollaría en la Finca Sigüenza, un lugar perfecto, y muy acorde a los gustos e intereses de Carmen y Alberto.

Elena es la persona que se encarga en la finca para todo sea perfecto, y realmente su trabajo es admirable, consigue que cada boda este personalizada de una forma única, diferente y con muchísimo gusto.

Ellos como pareja son un verdadero regalo, y esta es su boda, espero que os guste al menos tanto como a mi.