Una de las cosas que más me gustan como fotógrafo de boda es poder re-descubrir sitios que pensaba ya conocer.
Había ido en numerosas ocasiones a Segovia, y había paseado por la ciudad, conociéndola según las guías de viaje me habían permitido: caminando entre sus históricas calles, y disfrutando de la maravillosa vista que ofrece El Acueducto romano y El Alcazar medieval.
Pero gracias a Rocio y a Diego, pude visitar otra cara de la ciudad diferente y no menos impactante.
Rocío y Diego son una pareja fantástica, muy vital y divertida.
Rocio es dulce, muy tímida y con un gran sentido del humor. Le encantan los niños y la enseñanza..será por eso que es profesora de primaria.
Diego por el contrario, es más echado para adelante, no le intimida la cámara ni los desconocidos y también tienen un gran sentido del humor. Él es mecánico aunque su gran pasión es la cocina.
Pues bien, allí estábamos junto a la Iglesia de la Veracruz, un sitio fantástico a los pies del Alcazar de Segovia, y dispuestos para nuestra sesión de fotos.
Poco a poco y de la forma más amena posible las cosas fueron fluyendo: ellos fueron sintiéndose cómodos y yo descubriendo una parte de Segovia que poco tenia que ver con lo que ya había visto.
Ahora recordándolo, y gracias a ellos, tengo un tesoro más para poder visitar de vez en cuando.
Gracias chicos y nos vemos muy pronto en vuestra boda. Un abrazo.

















































