Pimientos de Padrón. A Sean y a Mel le encantan, pueden comerse un plato entero en pocos segundos. Hasta ese momento los pimientos no habían significado gran cosa para mi, eran simplemente pimientos: si, verdes, con su sal por encima y esas cosas, pero al fin y al cabo unos simples pimientos.
Ese fue el inicio de nuestra relación, así nos conocimos Sean, Melanie y yo, con un buen plato de pimientos. Era la segunda vez que venían a España, a Madrid.
Nos conocíamos de una ocasión anterior, pero no tuvimos tiempo de hablar demasiado, o al menos no en profundidad. Y así con un plato de pimientos fue como descubrí a Sean y a Melanie, y me enamoré. Me enamoré de ellos desde el primer momento.
El idioma a veces es algo complicado, pero es en esas ocasiones cuando te das cuenta de que hay otro tipo de lenguaje, uno más profundo, más sincero, más vivo.
En ese momento, Sean me propuso que le acompañara a una sesión de pareja, me pidió que le recomendara un lugar diferente, algo que fuese muy Sean Flanigan, y bueno… esto es lo que se me ocurrió…Torrelodones.
Hasta allí nos fuimos una tarde los cinco: Sean, Melanie, Ania, Javier y yo.
Ania y Javier son maravillosos, entienden la fotografía de forma única, y tienen un gusto exquisito por el arte.
Ania es vital, divertida, una mujer con carácter. Javier sin embargo, es tímido, algo reservado, pero con una creatividad excepcional.
Pasamos una tarde estupenda.
Gracias Sean, Melanie, Ania y Javier por todo.
.jpg)
.jpg)


.jpg)


.jpg)
.jpg)



.jpg)
.jpg)


.jpg)
.jpg)


.jpg)
.jpg)



.jpg)
.jpg)




.jpg)
.jpg)



.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.jpg)

.jpg)