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«Elegancia es la ciencia de no hacer nada igual que los demás, pareciendo que se hace todo</em> <em>de la misma manera que ellos.»</em> Miro a través de la ventana y veo la sombra de la luna. Creo recordar que es muy parecida a la luna&nbsp;que había aquella noche de un sábado de junio, mientras disfrutaba del silencio en la boda de Maria y Rodrigo en la finca el Monje.Salí a tomar un poco de aire cuando todo estaba más tranquilo, mientras novios e invitados disfrutaban de la cena.Mientras oía el crujido de la hierba seca que pisaba al caminar, pensaba y hacía un repaso del día que había vivido: repasaba todos los momentos (confirmando que todo había salido bien), con el firme convencimiento que había vivido (y fotografiado) una de las bodas más bonitas de la temporada: desde los preparativos de la novia (donde reinaba una verdadera paz y energía positiva), pasando por una ceremonia en ocasiones divertida y en otras emotiva, hasta esos posados donde Maria y Rodrigo se habían entregado a la causa con una de las implicaciones que más me habían fascinado hasta el momento (gracias a ello puedo mostraros una de las mejores fotos&nbsp;de boda que he realizado).Pero sobre todo, mi cabeza se sentía abrumada pensando en la elegancia que desprendía todo. Desde los invitados, los detalles, el catering…etc, la elegancia que hay tras las cosas bien hechas.</p> Hay muchas personas que han tratado de describir lo que significa elegancia, muchas descripciones diferentes que varian en función de la época, del lugar en el que te encuentres o de la persona que la describa o la que se hace referencia.</p> Una boda elegante sin duda es vestirse de Paredero Quirós, la actitud con la que se luce&nbsp;un tocado&nbsp;de Puntulina y casarse en una de las mejores fincas de Madrid: la Finca el Monje en Boadilla del Monte.Soy muy afortunado de por vivir un día tan importante con gente tan especial como lo son Maria y Rodrigo. Se que en muchas ocasiones hablo del destino y cosas similares, pero siento que es&nbsp;así: da vértigo&nbsp;poder comprobar con el tiempo que teníamos que conocernos. Agradezco a Maria su habilidad para darse cuenta de ello.Esta historia es una historia de casualidades, de confianzas y de intuiciones. Es un cruce de caminos, es la historia una luna que nos abraza cada noche, que nos espiaba aquella noche de un sábado de junio, una luna como la que ahora veo desde mi ventana: una luna sobre todo&nbsp;elegante.