Decidme que no os encantaría poder tener una bonitas fotos de postboda en el Antelope Canyon en el Suroeste de los Estados Unidos? A Mi desde luego me encantaría, aunque si soy sincero me gustaría tener fotos en tantos sitios que no sabría por donde empezar, así que he decido comenzar por lo más cercano.
Por eso me gusta dejarme aconsejar y no tener una idea fija. A veces los fotógrafos de boda, intentamos navegar siempre dentro de esa zona de confort e ir una y otra vez a los mismos sitios.
Es por eso que una de mis inquietudes como fotógrafo de boda, es investigar y conocer nuevas localizaciones fotográficas, buscar esos sitios que pueden suponer un plus en nuestros reportajes de boda. Aunque si soy completamente sincero, lo que determina el éxito de un buen reportaje de boda, es la actitud de la propia pareja que fotografío.
Y de eso saben mucho Susana y Paco, porque de buena actitud van sobrados.
Si bien es cierto que una postboda es un marco ideal para dejarse llevar, ya que no existen los nervios de la boda, la presión de los familiares y ese timing tan encorsetado (en muchos de los casos), la actitud personal con la que entendemos la vida es fundamental.
Y en ese sentido Susana y Paco brillan y desprenden luz, porque su actitud ante la vida es maravillosa. Y tienen esa magia contagiosa q hace que estar con ellos sea impregnarse de esa felicidad y ganas de estar en continuo movimiento.
Así que, cuando me comunicaron su decisión de hacer la postboda, quise arriesgar y buscar algo diferente, una localización diferente, incluso una luz diferente (como puede verse en algunas de las fotografías) y me encontré (gracias a la recomendación de mi compañero Fran, alguien también con una actitud fantástica) con este alucinante sitio en Madrid.
Y cuando llegue allí, tuve esa extraña sensación de estar viendo algo parecido (salvando las grandes distancias) a esos lugares de muchas de esas fotografías que algún día aspiro a hacer. Me recordaba a esos parajes americanos áridos, desérticos, cálidos y saturados de colores amarillos, naranjas y rojos. Por eso decidí llamar a este reportaje «postboda en el Antelope Canyon madrileño«, jejeje, disculpad, si pensabais ver otra cosa.
Y bueno, el resto como siempre lo dejo en manos de las fotografías, dejaré que sean ellas las que cuenten la historia de ese paseo tan agradable con Susana y Paco. Ya me diréis si a vosotros también os traen los mismas sensaciones que a mi o a que lugar os recuerdan. Ya me diréis!
Vestido de la novia: Laure de Sagazan
Zapatos de la novia: Converse
Pendientes: Carolina Herrera
Localización: Antelope Cayon madrileño 🙂