Algo que considero fundamental en cualquier trabajo para llegar a ser un gran profesional es la formación. Trabajar cada día y formarse de una forma activa suponen los dos pilares básicos para llegar a ser un gran fotógrafo de boda.

Existen multitud de opciones formativas de calidad: workshop de bodas, one to one como fotógrafo de bodas, academias con enseñanzas regladas y oficiales, etc. No todo vale, y no todo lo que reluce es oro, hay que saber buscar y tener un buen criterio; pero una de las mejores opciones para mi, que siempre he dicho, es compartir el trabajo con compañeros que admiro y respeto.

Por esa razón que acabe haciendo fotos de boda en Mallorca.

Un día recibo una llamada de Pedro Bellido: «loko! que ase? te vienes a una boda en Mallorca?» – Creo que no fue necesario mucho más.

Pedro es un tipo genial, un gran compañero y un buen profesional del que aprender.

Admiro su trabajo y su concepción del negocio de la fotografía de boda, por esa razón no tuve ninguna duda que compartir tiempo y disparos con él seria una gran experiencia (con el tiempo descubrí que compartir un fin de semana también se convertiría en una gran aventura, jajaja).

Y así acabamos los dos en Mallorca, un malagueño y un alicantino en una de las mejores islas que hay.

Los novios, Lyly y Cesar, son una pareja fantástica. Ella es americana con origen Taiwanes, y él Español. El azar o el destino quisieron que acabaran juntos celebrando una de las bodas más bonitas en la finca Comassema.

La boda estaba cargada de muciiiisimos detalles, y todos con muy buen gusto. Risas, momentos, emociones a flor de piel…

Y bueno, si queréis saber más sobre está pareja solo tenéis que seguir bajando y ver su maravillosa boda. Está es mi visión de la misma.

Espero que os guste.